jueves, 10 de abril de 2014

Ella es como una mañana

Ella es como una mañana, paso varios siglos cerca de el y como les pasa a las mañanas más hermosas, pasaba inadvertida a su mirada.

Ella es como una mañana, con toda la belleza, colores, luminosa, alegre, cálida; el fijó su mirada en ella como suele pasar con las mañanas, después de haber sobrevivido la soledad y el frío de incontables noches.

Ella es como la mañana, y cuándo el habló con ella deslumbrado escuchó como florece la vida por este redondo mundo.

El  como solo de oscuridad sabía y vivía, le hablo de su pasado, de luchas infructuosa, de canciones, de luces ya lejanas.

Ella es como una mañana, y cuando el la veía a los ojos sentía que vivía otra vez, lejos de las penumbras, lejos del frío  y de la soledad, desea dejar todo y a todos, largarse con ella por el mundo compartiendo sonrisas, dándole abrazos y besos que aun no existían.

El en su lúgubre soledad, se imagina sus besos, su calor y su piel, y es que ella es como una mañana.

El más de alguna vez inventó una excusa pueril para saber de ella o mirarla, ella que advertía su cariño lo dejaba estar cerca y hablaban largos ratos.

Ella es como una  mañana y cuándo el la mira su mundo se ilumina, se llena de esperanzas, se llena de alegrías.